9/08/2010

Recuerdos.

Un par de papeles, una moneda calada, y una punk solitaria. Un montón de revistas, el diario de cada día, un CD y una vocación. Tantos recuerdos de una ilusión que parecía real, pero no era nada más que sucio auto convencimiento. Creo que lo lógico es dejar ir. Es dejar que todo termine naturalmente. Es dejar que el viento erosione lentamente el castillo de arena que construí con sueños ñoños que pensé que finalmente se cumplirían. Y dejar que el reflejo de sus ventanas sin cristal desaparezca, llevándose consigo todas las imágenes que vienen a mi cuando miro ese montón de objetos que atesoro ridículamente. El mundo no ha perdido el color. El sol brilla tanto como siempre. El mundo se muestra ante mis ojos tan fotografiable como siempre. La herida duele, pero no sangra. ¿Existe realmente alguna razón para destruir aquellos cachivaches que llenan mi mente de momentos pasados? Tengo miedo de estancarme. No quiero estancarme. Pero tampoco quiero olvidar. ¿Es sano avanzar mirando hacia atrás?

No hay comentarios: